A lo largo de estos dos teniendo depresión, o estando triste casi todos los días, he chocado con varias paredes suicidas. Quiero decir, que he pensado en morirme varias veces. En matarme.
Y, perdón, pero todas las veces fueron tu culpa. Todas y cada una de las veces pensé en matarme fue por tus maltratos, por tus insultos, por tus maneras de tratarme. Porque te encanta echarme en cara cada uno de mis errores a lo largo de mis 15 años de vida. No te culpo, yo muchas veces me los he echado en cara también, pero no puedo, ni pude, corregir nada. Vos sí hubieses podido hacerlo, en el momento o antes, porque vos me criaste, yo tomo las decisiones como te vi a vos tomarlas. Perdón, otra vez, por echarte la culpa, tengo que hacerlo, arruinaste el mejor día de mi vida, no tenes derecho. O sí, no sé.
Lo que no sé, es cuánto tiempo podré aguantar vivir en la misma casa que la razón de querer suicidarme.
No sé desde cuando no te quiero, pero sé que ya no lo hago más.
Capaz quedo muy metida opinando, y capaz no quieras entenderme porque "tengo que dejarte con tus locuras porque tenes 15 años y cuando tenes esa edad las cosas son así." Pero, dejame decirte que esto no es una pavada. Belén, deberías hablar tu mamá, y me importa un comino si tu mamá piensa que la psicología no sirve o no te entiende. ¡Hablalo! Porque esto no puede seguir así, Dios mío, tenes quince años, no deberías sentirte así. No deberías pensar en morirte, no tan joven. Quizás no sea lo mismo, porque nuestras madres son diferentes, pero a mi me pasa. Mi mamá me hace llorar, me hace querer gritarle, me hace querer irme lejos y no volver, pero ellas no tienen la culpa. Así como tampoco nosotros. Es algo complicado, y vas a poder superarlo. Confia. Cualquier cosa que necesites, estoy.
ResponderEliminarEspero que leas este mensaje.