Día 1

Cuando bajamos del avión me dí una idea de como eran los ingleses. Muchos bye-bye y good luck de parte de la gente del avión. Cuando nos subimos a ese pequeño subte, y unos nenes pequeños entraron y con su acento inglés decían cosas, casi me muero de la ternura. Después de que entregamos todas las cosas e hicimos el papeleo, Suzi nos recibió. Suzi, como la mayoría de la gente de acá, es rubia, flaca y extremadamente amable. A demás, me hace acordar a Cassie, porque son muy parecidas. Después apareció John, también inglés, amable y graciosísimo. Cada vez que hablaba me miraba a mí, y ya que de por sí yo estaba nerviosa, me ponía más nerviosa y no me salía ni mierda en inglés. 

Cuando llegamos a Canterbury, después de un rato de desempacat y saludar a la familia, caminamos hasta el centro. Es hermoso, inglés de 1900, y los locales dan ganas de morirse. Aquí la parte más importante: había un grupo de chicos que estaba practicando tocar la batería en la calle, a lo lejos, unos 3 o 4 metros, un pelirrojo los escuchaba. Yo me encontraba a 5 o 6 metros de él, y mi vista no es de lo mejor. El pelirrojo, después de un rato mirando se acercó u deppsitó una moneda cerca de los chicos. Se dió media vuelta y se fue. Yo le susurré a Ariadna, "ese no se parece Ed Sheeran?" Y ells me contestó: "Sí, bastante". Estoy casi segura que era él, por su manera de andar, lo que hizo y demás. Y si no, quiero conocer a este chico tanto como quiero conocer a Ed. Después seguimos andando y decidimos volver a casa. En la casa viven Wendy, Harriet y Georgina (le dicen Georgie). Georgie y H son geniales. A demás de ser extremadamente hermosas, son buenas y amables. Espero poder ser amiga de ellas. Cuando estábamos en la mesa comiendo, Wendy me pregunta que quiero estudiar. Voy por lo fácil y le digo que quiero ser escritora, pero que no soy buena. Harriet, sentada al lado mío, me mira y me dice "Oh, you are!" Entienden por qué simplemente no me quiero ir de aquí nunca? Los ingleses son así, buenos desde la sangre. Mañana me espera el colegio, qué terror. Desénme suerte, las quiero

Bel. (Mary para la familia Barnes, que no sabe pronunciar mi nombre)